Jesús de Nazaret fue un maestro judío. Él es el hombre más famoso de la historia, de él se han escrito más libros que de cualquier otra figura histórica, y la misma historia humana se divide por su vida (antes y después de Cristo).
Jesús vivió una vida extraordinaria: el nació pobre pero se dedico a sanar enfermos, a confrontar las injusticias de su sociedad, a exaltar a los niños y las mujeres, y a amar a sus enemigos. Se refería a Dios como su Padre, enseño que Dios amaba a la humanidad, y aún más, que el mismo era Dios: "Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle" (Juan 10:30-31).
Fue puesto a muerte injustamente por los poderosos de su sociedad. Fue aprehendido, silenciado, juzgado, torturado terriblemente, y finalmente crucificado: "los hombres lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento.Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta" (Isaías 53:3). Jesús fue enterrado, todos sus seguidores lo abandonaron: aquí debió terminar su historia.
Más, los relatos de su vida dicen que al tercer día él resucito de entre los muertos. Pronto después los mismos seguidores que lo habían olvidado comenzaron a enseñar que si, efectivamente Jesús había muerto, pero que también había resucitado y que así venció el odio, la injusticia, la enfermedad, la maldad, el pecado, y hasta la misma muerte. "Estas buenas noticias nos dicen que su hijo Jesucristo vino al mundo como descendiente del rey David. Jesucristo murió, pero Dios lo resucitó por el poder de su Espíritu, y con eso demostró que Jesucristo es el poderoso Hijo de Dios" (Romanos 1:2-4).
¿Haz hecho tu decisión de seguir a Jesús?
¿Quieres que Jesús te rescate del pecado y la muerte?
¿Que debes hacer ahora?
"Cambien sus corazones y vidas.
Cada uno de ustedes debe ser bautizado
en el nombre de Jesucristo
para el perdón de sus pecados.
Entonces recibirán el don del Espíritu Santo"
Pedro, otro seguidor original de Jesús, (Hechos 2:38)